Cuando me dijeron no lo podía creer. No podía ser que se haya ido Alorsa y que con el se perdiera esa voz única y todas sus letras. Tampoco podía aceptar no ver más al "gordo" arriba del escenario, emocionado hasta las lágrimas por cantarle a la madre o por homenajear al Diego. Pero después entendí que nada de eso pasaría, si todavía me parece estar escuchándolo, ahí sentado en la mesita con el pingüino de vino. Y es que Jorge dejaba el alma en cada canción, entonces tenemos un poquito de él en cada una de ellas y así vivirá por siempre.
Alorsa...nos dejaste muchas canciones y es imposible hacerte justicia con una sola, pero la manera que tenías para recitar esta merece la elección.
Gracias por todo viejo y hasta siempre...
Vuelve el Tango
Me leyó una gitana en la borra del café que vuelve el tango
Una ambulancia prende la sirena de las pizzas y los malabaristas de luz roja apuran el mangazo
Una pareja se jura al celular las dos horas de trampa en algún telo
Y alguien solo en una pieza busca en el diario el delivery de trolas... vuelve el tango
Y que vuelva nomás, si está en su casa
Bienvenida de mates y gorriones, bienvenida de vinos y de farra
Por su primer amor que fue milonga
De su primer amor que fue guitarra
Lo habían apoliyado tenores engolados
Lo encerraron en museos repetidos, en telarañas de sombras de versiones
Los que quisieron salvarse con carlitos, con el gordo, con el tano
Lo hicieron tan cornudo que aburrieron, lo exportaron, le llenaron de sellos el pasaporte
Lo pisotearon atléticos bailarines que saltaban demasiado
A él, que nació maldito y malparido en pesebres de patios y kilombos,
Lo crucificaron en la resurrección de cumparsitas
Señores, vuelve el tango, muzzarella y sin barullo
A reclamar de nuevo lo que es suyo
En plena juventud de sus 100 años, vestido de bacán y en zapatillas
Se dejó el funyi viejo para que no vayan a creer que da vergüenza
Se arrancó el quincho zanahoria, la biyú de lunfardos oxidados,
Se sopló las frituras de la solapa y se vino, en bondi
Lo acompañan musiqueros a la gorra, un coro de diarieros y de pibes,
De choborras, de chorros de autopartes
Dicen que se fue del barrio, cuando?...siga, siga!...y la pelota no se mancha
Vuelve el tango, y que bufen los eunucos!
Me leyó una gitana en la borra del café que vuelve el tango
Se escapó de enredadas partituras
Los que no lo conocen lo pedían
Alguien lo dio por muerto, qué locura!, si era siesta, nomás,
La que dormía.
Alorsa
Cantautor de la guardia hereje