El programa pasado estuvimos charlando sobre qué harías si se termina el mundo...y sobre la marcha surgió una pregunta crucial: ¿Por qué esperar a que llegue el final para hacer lo que realmente queremos?
Vivimos encajonando sueños y padeciendo pesadillas diarias en nombre de una promesa de una oportunidad que nunca llega. Claro que no. Jamás se alinean los planetas, hay que bancarsela con una que otra luna llena cada tanto.
¿Por qué no patear el tablero alguna vez? O vamos a esperar que en ese segundo final se cumplan todos nuestros anhelos? Todo no se puede, y menos de golpe. Pero...si de a poco vamos cumpliendo con esas "metas" que tenemos...quién te dice que un día puedas apoyar la cabeza sobre la almohada y que ella no tenga nada que reprocharte.
¿Feliz año nuevo?
Hace 4 años
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