jueves, 26 de marzo de 2009

Nunca más.

Esta semana que estamos dejando atrás, nos ha dejado un nuevo aniversario del terrible golpe de estado de 1976 (el número 33), llevado a cabo por asesinos que rotularon la masacre y aniquilación de la sociedad argentina como "proceso de reorganización nacional". Esos mismos siniestros engendros (a los que no se puede considerar seres humanos) que hicieron prevalecer sus ideas macabras a fuerza de desapariciones, torturas, violaciones y muertes, fueron los mismos que crearon el lema "los argentinos somos derechos y humanos"... justo ellos, que de humanos no tenían nada y lo único por lo que pregonaron fue por su objetivo de destruir varias generaciones de argentinos, y dejar en la miseria a tantísimos más.

Los años han pasado, afortunadamente llevamos en el país más de 25 años de democracia ininterrumpida, pero aún hoy aparecen personajes capaces de defender a semejantes genocidas o, al menos, apoyar sentencias tales como la pena de muerte.

En estas últimas semanas, gran cantidad de personajes públicos y anónimos también, han tenido acceso a los medios para apoyar la teoría de que "el que mata debe morir", dejando al descubierto que nuestra sociedad está todavía invadida por la ignorancia, el desprecio para con el otro y, sobre todo, abundancia de cabezas muy podridas.

Desde Sordos de Mentes llamamos a que no olvidemos esos crímenes, tengamos memoria, para no tropezar nuevamente con la misma piedra... realmente es detestable escuchar que gran cantidad de gente pida que el ejército vuelva a la calle...
Invitamos a todos ustedes a que nos dejen su opinión al respecto, para así entre todos no olvidar y repetir NUNCA MÁS!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al respecto, las labores publicitarias para el lavado de cara es una de las tantas muestras
de cinismo de una época por demás oscura, los impuestos de la gente pagaban para que le vendan humo mientras las balas se encargaban de silenciar la divergencia de opinión.

Ayer como hoy el camino es descreer, más que la memoria, prefiero la reflexión y la
capacidad de crítica entorno a los mensajes desde los cuales se crea un discurso, porque si escuchamos una y otra vez teorías estúpidas de como corregir los problemas sociales es porque malgastamos el tiempo poniendo la oreja donde no hay nada útil.

Hay una inclinación a los mensajes recortados, a la interpretación simplista, a la
repetición y vanalización de cualquier tema por parte de los medios. Si hay gente que
cree que multiplicando policías, prisiones, soldaditos, se solucionaría algo es porque se
crearon esa idea de algún modo y hoy parece que todo pasa por los medios de comunicación, lo cual es la peor mentira de nuestro tiempo.